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Bogotá D.C., marzo 16 de 2016.
El mensaje principal que puede dejar el Informe 2016 del Observatorio de la Ciberseguridad es lo poco preparados que se encuentran América Latina y el Caribe en estos momentos para contrarrestar la amenaza del cibercrimen. Su análisis es un llamado a la acción para empezar a hacer todo lo necesario por proteger esta infraestructura clave para el siglo XXI.
Según datos en estos momentos el cibercrimen le cuesta al mundo hasta US$575.000 millones al año, lo que representa 0,5% del PIB global. Eso es casi cuatro veces más que el monto anual de las donaciones para el desarrollo internacional. En América Latina y el Caribe, este tipo de delitos nos cuestan alrededor de US$90.000 millones al año.
Las ventajas de la conectividad son innegables, y los latinoamericanos y caribeños adoptan estas nuevas tecnologías con entusiasmo. Hoy somos el cuarto mayor mercado móvil del mundo, la mitad de nuestra población usa el Internet y nuestros gobiernos emplean cada vez más medios digitales para comunicarse y brindar servicios a los ciudadanos.
Pero en donde nos quedamos cortos es en prevenir y mitigar los riesgos de la actividad delictiva o maliciosa en el ciberespacio. La información sobre ciberseguridad es un buen punto de referencia para comenzar a encontrar soluciones que permitan remediar esta situación.
Un análisis de sus 49 indicadores demuestra que muchos países de la región son vulnerables a ataques cibernéticos potencialmente devastadores. Cuatro de cada cinco países no tienen estrategias de ciberseguridad o planes de protección de infraestructura crítica.
Mientras que dos de cada tres no cuentan con un centro de comando y control de seguridad cibernética. La gran mayoría de las fiscalías carece de capacidad para perseguir los delitos cibernéticos.
Es importante que en los diferentes países se realice la creación de una infraestructura digital no sólo moderna y robusta sino también segura y así lograr proteger no solo a las grandes empresas sino a los ciudadanos que a diario usan las herramientas de la red.
Como tantos de los desafíos que enfrentamos en pos de ese desarrollo, este es un reto que excede la capacidad de cualquier institución. Nuestros esfuerzos individuales se potencian cuando trabajamos con aliados que comparten nuestros objetivos y valores.
Espere en una próxima entrada cada una de las recomendaciones que necesitan los países para tener un mayor control de ciberseguridad en sus gobiernos y así lograr un mayor control a los ciberataques que a diario perjudican la seguridad de compañías y ciudadanos que confían sus datos al ciberespacio.
Fuente: Bittin – https://www.bittin.co/ Informe del Observatorio de la Ciberseguridad en América Latina y el Caribe.